Los tratamientos de ortodoncia persiguen la corrección de los problemas de alineación de dientes y las alteraciones en los huesos maxilares, mediante el uso de aparatos específicos.
 

La ortodoncia fija es un método que consiste en la colocación de una aparatología fija a los dientes. Normalmente es conocida como brackets, que son los aparatos que van sujetos al diente.
 

A partir de los de 12-13 años edad un niño ya ha completado su fase de repuesto dental, de dientes de leche a definitivos. Es en este momento es cuando este tipo de ortodoncia empieza a actuar.
 

Las ventajas de este tipo de brackets los podríamos resumir en:

RAPIDEZ: En casos muy complejos, podemos reducir el tiempo de tratamiento en comparación con otros sistemas.
EFECTIVIDAD: Se pueden resolver todos los tipos de maloclusiones con ellos.
RESISTENCIA: Son más resistentes a la fractura que otros materiales.
DISCRECIÓN: Se trata del sistema más discreto, y de menor tamaño, produciendo menos rozaduras.
ECONOMÍA: Es el sistema más económico del mercado en la actualidad.